1 de agosto de 2011

Etapa 10. Empieza la competición.




Ya hemos hablado en otras ocasiones de que esto del camino se ha convertido ya en una opción turística más, como quien contrata un combinado por París y Países Bajos o un crucero por el Báltico. Camino de Santiago a la carta. Dos etapas ahora. Otras cuatro en semana santa. Un taxi me lleva la mochila. Masajista incluido. Estas etapas las hago en autobús que me han dicho que son muy feas... Al final cada día ves y despides gente nueva. Son cuatro contados con quienes coincides día tras día compartiendo el camino entero.

El comienzo de etapa parece una media marathon. Competición por ver quien se prepara y desayuna primero aspirando a estar en las primeras posiciones de la linea de salida. Al final hay tanta gente que cunde el pánico entre los peregrinos pensando que no va a haber plaza en los albergues siguientes. La realidad es que hasta el día de hoy nadie ha dormido en la calle. Pero es igual, el miedo sigue estando presente.

Las etapas mientras tanto, pasan de ser un caminar solitario a un continuo adelantamiento y ¡Buen Camino!.

Todas las guías advierten de lo tediosa y aburrida de la etapa de hoy. La mayoría de ella transcurre por carretera atravesando pequeños pueblos que apenas si han despertado. Uno de los pueblos interesantes por los que pasamos es Atapuerca, muy cerca del yacimiento.

La ciudad de Burgos se divisa desde 12 o 15 kms antes de finalizar, lo que significa que aun nos restan unas tres horas de seguir caminando. La entrada a Burgos es bastante tediosa y poco agradable ya que nos obliga a atravesar un interminable polígono industrial y después caminar desde los extrarradios hasta el centro donde se ubica el albergue.

El albergue merece mención especial, ya que desde el de Roncesvalles no hemos vuelto a encontrar tanto nivel. Un edificio histórico de seis plantas completamente rehabilitado y acondicionado como albergue a tan solo dos minutos andando de la catedral. Y por solo cuatro euros, vamos todo un lujo.


Aprovechamos la tarde para hacer turismo, compras y descansar.

A las 18:15 horas tenemos una visita guiada desde el albergue por las calles de Burgos. Lo mas memorable de todo lo visto en la visita es sin lugar a dudas el guía. Más que un guía parece un presentador de la tele. Cosas interesantes que haya contado pocas, inconexas, todas. Cuando menos ha sido curioso.


Para cenar tapeamos por la ciudad y probamos los famosos cojonudos y cojonudas. Nada que envidiar a San Sebastian, al contrario, mucho más asequible.

No se si porque es sábado o porque nos vamos haciendo mayores en esto del Camino hoy toque de queda a las 22:30 que apuramos al limite.

Empezamos etapas duras. Hasta mañana.

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