31 de agosto de 2014

Etapa 7. Las leyes de Murphy.

Siempre he oído decir a mi padre que Murphy era un desgraciado. Y no puedo estar más de acuerdo con él. Él y sus leyes están siempre para dar por saco. Él es el de si algo puede salir mal, saldrá mal o el de porque la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. 

Comenzamos. Hoy hemos madrugado más que los días anteriores con la intención de ponernos antes a pedalear, ya que tenemos por delante la etapa más larga de todas las que hemos planificado. Bajamos al patio donde están las bicis para montar las alforjas y al mover la bici veo que está con la llanta trasera tocando el suelo. Pinchazo de la etapa de ayer que se manifiesta hoy. Si antes hablo en la última entrada del blog de lo bien que se están portando las bicis, antes aparece algún contratiempo. 

Desmontamos la rueda y sacamos la cámara que es necesario sumergir en agua para encontrar un minúsculo agujero por el que se escapa el aire poco a poco. Lo parcheamos y mientras desayunamos hacemos tiempo para que seque el pegamento. Montamos, hinchamos y pinchazo solucionado. 

Interminables rectas

Al final, acabamos saliendo a las 8 de la mañana como todos los días. Da igual lo pronto que nos levantemos, por una cosa o por otra siempre terminamos saliendo a la misma hora.

Tal y como nos dice la monja al abandonar el albergue, la etapa de hoy hasta León es completamente llana, mucho mejor (según su criterio, aunque no me la imagino con el hábito y la toca montada en una bici de BTT) que la de ayer para llegar a Carrión desde Burgos. 

Exactamente en el medio del Camino

Rodamos a buena velocidad hasta llegar a Sahagún donde hacemos el primer alto del día. Aprovechamos para almorzar y para deleitarnos en una piedra que señala que nos encontramos en el medio del Camino exactamente. 


De la etapa de hoy no hay mucho que reseñar. Prácticamente el día se reduce a pedalear por senda o una vieja carretera, salpicada de pocos y pequeños pueblos. Paisaje monótono. Planicie castellana que se extiende hacia los cuatro puños cardinales. Apenas si existe desnivel, lo que nos permite rodar con celeridad. 

Catedral de León
Nos proponemos llegar a León para la hora de comer aprovechando que estamos rodando más rápido. Llegamos a Mansilla de las Mulas desde donde deberían restarnos unos 18 kms a León. Al salir, un batiburrillo de flechas amarillas y blancas nos llevan por una "alternativa" que nos hace dar un pequeño rodeo, alargando nuestra ya de por si larga etapa en unos 7 kilómetros. Al igual que nos pasara la vz que lo hicimos a pie, si has de perderte... será el día que ya de por sí más kilómetros preveías hacer. 

Llegamos a León a la hora de comer, sólo un poco más tarde de lo previsto con casi 104 kms pedaleados. Comemos en una terraza con vistas a la catedral y a nuestras bicis y después ya nos dirigimos al albergue para comenzar con los rituales de llegada. 


Pero aún un tercer percance está por llegar. Al desmontar las alforjas para subirlas a la habitación, el bote de crema solar mal cerrado en uno de los laterales se vacía por completo. Más que crema se trata de uno de estos nuevos en spray y es de naturaleza aceitosa que es muy difícil de retirar por no hablar de que degrada el plástico rápidamente... Resultado: varias cosas en la basura, y un lateral prácticamente inutilizado porque se ha quedado el plástico de las alforjas como corroído y pegajoso.   

A grandes males grandes soluciones (eso dicen). Apañamos una caja de cartón para que haga de compartimento. Vernos mañana como resulta el invento.

Inventos "Mc Gyver" con las alforjas

Entre una cosa y otra salimos del albergue bastante tarde. Con el tiempo paa visitar la catedral y dar una vuelta y tomar algo por lo viejo con Isa, una amiga de Ro. Si hay algo que nos ha impactado tanto como las vidrieras de la catedral de León, son el tamaño y la calidad de las tapas que acompañan a las consumiciones en los bares. Tres cañas y nos vamos cenados. Lo cual te hace preguntarte, si aquí son rentables, ¿cuanto ganan en otros sitios?

Kilómetros de hoy: 104,43. Totales hasta hoy: 468. 
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30 de agosto de 2014

Etapa 6. Kilometrada

Después de la jornada de ayer madrugamos con fuerzas renovadas tanto por el día de relax como por un sueño reparador en una confortable cama. Nos preparamos como cada mañana y para las ocho estamos pedaleando saliendo de Burgos. 

La salida a través del campus de la universidad es mucho más agradable a la vista que la entrada de ayer atravesando un interminable y tedioso polígono industrial. 

Avanzamos cómodos en las primeras horas frescas de la mañana. Ya que para variar (modo irónico activado) en Burgos hace fresco, incluso en verano (si es que lo de este año se puede llamar verano). 

Monasterio abandonado en el Camino

Los primeros 20 kms son de un firme muy bueno y avanzamos a buen ritmo. Como de costumbre a primera hora de la mañana adelantamos a todos los pie-regrinos que han salido antes que nosotros. Nos encontramos con algún repecho suave, pero prácticamente todo el camino es llano.

Conforme vamos ganando kilómetros voy recordando sitios por lo que pasamos a pie, que ciertamente los tenía en el olvido. La etapa en bici de hoy aglutina tres etapas de las que hiciera a pie: Burgos-Hontanas, Hontanas-Frómista y Frómista-Carrión de los Condes.

Pedaleando

Según van pasando los días vamos afianzando esas verdades absolutas que la experiencia te proporciona. La primera de ellas es que hay que acordarse que llevas las calas puestas si te vas a parar en un semáforo, ¿verdad Ro?. La segunda de ellas es que si no quieres "comerte" una piedra, no te fijes en ella según se acerca, ¿verdad Fer?. Es algo hipnótico. Ves la piedra. Te dices a ti mismo que la vas a esquivar. Y cuanto más la miras, más acabas pasando por encima de ella.

Llegamos a Castrojeriz y lo cruzamos de principio a fin, el Camino lo atraviesa por completo. La calzada principal la han enlosetado formando flechas de modo que es muy sencillo seguir el camino correcto. Al contrario de lo que ocurre en otros pueblos, que si se consigue pasar correctamente es porque han proliferado los bares en lugar de las flechas amarillas. A Ro le encanta el pueblo. 

Buenas y empinadas cuestas
Al poco de salir de Castrojeriz nos encontramos con el único desnivel importante de la etapa de hoy y probablemente con la que sea la pendiente de mayor porcentaje y longitud que nos hayamos encontrado hasta el momento: 1050 m al 12% de desnivel. La pendiente acecha amenazadora desde un par de kilómetros antes de llegar, elevándose frente a nosotros, lo que nos da tiempo de prepararnos, por lo menos psicológicamente. Tres ciclistas de Bilbao que van delante nuestra ya han comenzado el ascenso y vemos como no tardan en bajarse de la bici y continuar a pie. Con el ánimo de hacer lo que podamos comenzamos el ascenso. Contra todo pronóstico personal y tras una buena dosis de esfuerzo y dos "chutes" de glucosa alcanzamos la cima sin haber puesto un pie en el suelo ni dejar de pedalear. Toda una proeza para estos dos ciclistas amateur. Después de semejante subida la orografía nos recompensa con una bajada acorde a las circunstancias: 350 m de bajada con un desnivel de 18%. Llegamos abajo sanos y salvos después de alcanzar los 63 kms/h, que nos da impulso suficiente para continuar un trecho sin apenas esfuerzo.




Para las 12:50 del medio día llegamos ya a Frómista con 67 kms en nuestras piernas, donde haremos parada larga para comprar y comer en algún sitio tranquilo. Lo encontramos en un césped con una de las mejores vistas del Camino: la iglesia de San Martín. Sin duda una de las construcciones mas hermosas que se pueden contemplar al pie de la ruta jacobea. Lástima que al ser mediodía la iglesia está cerrada y no podemos visitarla por dentro.


Iglesia de Frómista


Afrontamos los últimos kilómetros del día y de la etapa prevista, los que nos acercarán a Carrión de los Condes. Llegamos a buena hora al albergue Casa Espíritu Santo, en el que ya estuviera cuando lo realicé a pie, y sigo manteniendo mi buena impresión del mismo y de las monjas que lo regentan. Son realmente agradables. Me atrevería a decir que es, de los que yo conozco, en el que se trata al peregrino con más mimo y en el que mejor cuidadas se encuentran las instalaciones a pesar de que algunas estancias no sean nuevas precisamente. Un lugar sin duda recomendable.

Llegados a este punto en el que estamos próximos a pasar el ecuador del Camino (mañana a nuestro paso por Sahagún), estamos realmente contentos de como se están comportando las bicis. Ningún problema, con excepción del pinchazo de la primera etapa. Ningún ruido ni ninguna sensación extraña. Ni siquiera oímos el ruido de nuestras conchas que llevamos presidiendo nuestros manillares como si fuera el mascarón de proa de un barco en busca de un mundo nuevo. Ya que mencionamos las conchas, que todo peregrino debe llevar, haremos una mención especial al origen de las nuestras, que fueron cogidas en la playa de Seselle por un pequeño explorador, el sobrino mayor de Ro. Desde aquí nuestro mas cariñoso agradecimiento a Mario, intrépido buceador, y que sepas que llevamos una parte de ti con nosotros en este viaje a bordo de nuestras bicis.


Nuestras conchas


Mañana tenemos previsto etapa aún más larga que hoy, con unos 92 kms. Destino León. 

22:00. Toque de queda. 

Buenas noches. 

Kilómetros de hoy: 86,94. Totales hasta hoy: 364. 

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29 de agosto de 2014

Etapa 5. Relax en Burgos

La entrada de hoy va a ser corta, como corta es nuestra etapa. Ya en inicio la habíamos planificado tan solo de 37 kilómetros, por aquello de dar un descanso a las piernas y a la vez aprovechar el día en Burgos. Y aún se nos ha quedado más corta al haber prolongado la etapa de ayer en unos 14 kilómetros. Con lo que para antes de las 10 de la mañana estamos en nuestro destino.

Catedral de Burgos
En la entrada del albergue de peregrinos
Gentileza de la agencia de viajes ALLO tenemos alojamiento hoy con habitación solo para los dos y con ¡baño!. Así al llegar pronto a Burgos podemos dejar la bici, ducharnos y aprovechar el día haciendo turismo y dándoles un poco de relax a nuestras piernas. Por no hablar de que vamos a poder dormir sin que nadie nos despierte preparándose la maleta completa a las seis de la mañana. Esto va a ser un Kit-Kat en los albergues. Gracias por el detalle.


Reponiendo fuerzas
La verdad es que nos va a venir muy bien para afrontar la etapa de 84 kms que tenemos para mañana.


Como buenos turistas pasamos el día visitando la catedral, comiendo en la parte vieja, visitando el barrio gótico, las murallas del antiguo castillo y perdiéndonos por sus callejuelas (tampoco a faltado la siesta de rigor tumbados en el césped de las murallas).


Con un compañero peregrino
Kilómetros de hoy 26. Totales hasta hoy 277.
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28 de agosto de 2014

Etapa 4. Disfrutando

Los días van pasando y la rutina del camino se va asentando. Hoy nos despertamos más o menos como todos los días, sobre las 06:30 (bueno, Ro ha dormido un poco menos). Nos preparamos y para antes de las ocho estamos dándole a los pedales.

Previsto para hoy llegar a Villafranca Montes de Oca. Comenzamos.

Salida de Grañón.

Como todos los días, al poco de salir comenzamos a adelantar a todos los pie-regrinos que han salido antes que nosotros. Afortunadamente el camino es ancho y es una labor que podemos hacer sin problema, eso sí, creo no he dicho nunca tantas veces ¡Buen camino!

Pila Bautismal de Redecilla del Camino
Desde que tengo la bici os diré que no he disfrutando tanto de un día sobre ella como hoy. La etapa que ahora os contaré ha sido espectacular. El paisaje un regalo para la vista. Los perfiles algo exigentes en algún punto han aportado esa dosis de endorfinas que solo un reto deportivo conseguido pueden generar.

Guiados "online" por mi ex-compañero de Camino Javi, aprovechamos también para visitar dos de las joyas culturales de las que el Camino está salpicado: la pila bautismal románica de la iglesia de Redecilla del Camino y y "el milagro de la luz equinocial" del capitel de la anunciación de la iglesia del monasterio de San Juan de Ortega. Hemos coincidido hoy pasando por los pueblos de los que históricamente están considerados como los dos máximos impulsores del Camino: Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega, curiosamente apodados "pontífices", no porque fueran papas, sino porque se dedicaron a construir puentes en la ruta Jacobea. De hecho éste último es el patrón de los arquitectos.

Despidiéndonos de mis padres en Belorado
Por la mañana pedaleamos a buen ritmo y para las las 13:00 llevamos ya recorridos 44 kms al llegar a Belorado, donde vamos a hacer una parada en la ruta aprovechando que mis padres pasan por ahí volviendo del pueblo. Tomamos algo en una terraza y siendo casi la hora de comer, encontramos un sitio de comida casera donde reponemos fuerzas todos juntos. Como toda madre que se precie, la mía nos avitualla con ricas viandas de las que daremos cuenta lo que queda de día. 


Buenas y relajantes vistas
Ellos continúan su camino y nosotros el nuestro. Bueno, antes de continuar prolongamos el descanso una hora más en una zona ajardinada que hay en Belorado justo antes de la salida al lado del río. Casi una hora de siesta que el cuerpo recibe agradecidamente después de los kilómetros que se empiezan a acumular en nuestras piernas. Es uno de esos sitios que podrías tener al lado de casa y nunca disfrutarías. Sin embargo, cuando estas en este tipo de viajes, con todo lo que necesitas encima y sin más preocupación que viajar, te das el lujo de saborear esas pequeñas cosas que la vorágine y la inercia de nuestra vida cotidiana no te permiten. Allí estamos los dos, tumbados en el césped disfrutando del contraste del verde de las copas de los árboles contra el azul del cielo.


Mirador Montes de Oca
Afrontamos los últimos kilómetros que nos restan hasta llegar a Villafranca Montes de Oca con relativa facilidad y eso que Ro va con una molestia en el tendón de Aquiles del pie izquierdo que le está dando algo de guerra. Nos seduce la idea de prologar la etapa y dormir en San Juan de Ortega, una vez subidos los Montes de Oca. Así lo hacemos. Y además por camino. Intentamos hacer la subida montados en bici, pero a pesar de nuestros esfuerzos algún tramo se hace necesario echar el pie a tierra. A unos 4 kilómetros de ascenso, un mirador nos recompensa con una extensa imagen de los Montes de Oca poblados de frondosos bosques. Aprovechamos para inmortalizar el momento y coger aliento. 


Buena subida
Terminamos la ascensión y cresteamos por espacio de unos cuantos kilómetros más por lo que parece una pista cortafuegos sin muchos alicientes. Finalmente llegamos al pueblo de San Juan de Ortega después de una bajada de unos tres kilómetros que recorremos a toda velocidad.

El albergue de hoy es de los que tienen solera. Un antiguo edifico que fuera hospital de peregrinos en otro tiempo. Llegamos más tarde que otros días ya que la etapa ha sido más larga y apenas tenemos tiempo para nuestro ritual diario: estiramientos, desmontar alforjas, instalarnos, merecida ducha, lavar la ropa y tender. Todo listo.

Nos queda un poco de tiempo antes de cenar y el toque de queda que aprovechamos para visitar la iglesia del monasterio y contemplar lo que os comentaba al principio de la entrada: lo que se conoce como "el  milagro equinocial" del capitel de la anunciación. Una curiosidad arquitectónica que hace incidir la luz que se filtra por la ventana bajo el campanario sobre el único capitel ilustrado de la iglesia solo dos días al año, coincidiendo con los equinocios. ¿Casualidad? ¿Capricho planificado por el arquitecto? Si es así, increíble dadas las capacidades técnicas de la época.

Capitel de la luz

Nos queda el tiempo justo para cenar y a la cama.

kilómetros de hoy 67,41. Totales hasta hoy 251.
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27 de agosto de 2014

Etapa 3. El Camino nos persigue.

Pedregoso camino por delante
Iniciamos la tercera etapa con la mejor de las mañanas que hemos tenido hasta el momento. Hoy no hace falta ponerse ropa de abrigo y eso que es el día que más pronto hemos comenzado a pedalear. Conforme avanzan los días progresa también nuestra técnica para organizarnos por la mañana. Al final tienes la sensación de estar todo el rato con la casa encima: de la habitación a la bici y de la bici a la habitación.

Previsto para hoy llegar a Nájera, a ver hasta dónde llegamos. 

Callejeando por Logroño
Salimos por camino y llegamos a nuestro primer punto intermedio: Sansol. Apenas han transcurrido 8 kms y 40 minutos cuando se sucede la primera anéctoda del día: mi batería externa, sí, esa que os decía que era todo un invento, pues esta cómodamente cargando en la repisa de la foto de la pasada entrada. ¿Qué hacemos? ¿La damos por perdida? ¿Me vuelvo y añadimos 16 kms a la ruta de hoy?.... Al final localizamos el teléfono de un taxista de Los Arcos que acude al albergue, consigue convencer a los Hospitaleros alemanes de que el cargador es mío y nos lo acerca a Sansol. Resultado: bateria recuperada, unos euros menos y 45 minutos perdidos entre una cosa y otra.

Comenzamos el ascenso del puerto de "Mataburros" a buen ritmo y en una hora estamos en Viana, que como ya la tenemos muy vista la pasamos de largo. Continuamos directamente hasta Logroño.

Cambiamos de comunidad y cambiamos de señalización. Más escasa que en Navarra y en peor estado de conservación. Pero no nos pilla de improvisto, ya era así cuando lo hice a pie hace unos años.

Para media mañana ya estamos paseando por la Plaza de la Catedral de Santa María La Redonda de Logroño. Aprovechamos para tomar un pincho, descansar en el parque del Espolón y comer en una terraza. Con la excusa de que tenemos que vigilar las bicis, nos agenciamos siempre alguna terracita curiosa. Pedimos un risotto con hongos y somos conscientes de que el Camino nos persigue, si no me creéis, comprobadlo en la siguiente foto.

"Seta Caminera"
Labores mecánicas de mantenimiento. Compramos líquido para lubricar la cadena y les damos un manguerazo a las bicis en un lavacoches atendido por un "simpatico" rumano. Es increíble la cantidad de polvo y suciedad que se puede llegar a pegar en la bici en tan solo tres días andando por camino. 

Con las bicis en perfecto estado de revista afrontamos la ultima parte de la etapa: Logroño-Nájera. A pesar de la solana que esta cayendo, no pasamos excesivo calor y prestamos especial cuidado a hidratarnos correctamente de manera constante durante todo el itinerario. Nuestra andanza por tierras Riojanas se ha convertido en una "degustación de firmes". En tan solo una etapa hemos pedaleado en todo tipo de suelos: asfalto, cemento, tierra, grava fina, grava gruesa, piedras... Solo falta que nos pasen un cuestionario al final del día donde digamos las bondades de cada uno de ellos. SIn duda, nos quedamos con suelo firme. El circular sobre grava suelta o piedras o camino sin pisar se hace mucho más duro y requiere de un mayor esfuerzo.

Embalse de la Grajera a la salida de Logroño
La entrada a Nájera la recordaba larga y muy tediosa, y la verdad es que esta vez, no ha sido diferente. No sé si porque ya venía condicionado de la experiencia anterior, pero lo cierto es que Nájera se ve desde unos 6 kms antes de llegar y la aproximación es muy aburrida, rodeando la ciudad y pasando por la zona industrial.

Nos alojamos en el mismo albergue que la otra vez, de los pocos del camino que aún mantienen esa esencia peregrina de antaño y no se cobra por alojamiento sino que aquel que pernocta da la voluntad. Este se encuentra regentado por la asociación de amigos del Camino de Santiago y lo atendien voluntarios. De todos los que hemos estado hasta el momento es el que más ambiente ha tenido, con diferencia.

Finalizando el día en el parque junto al río
Para cenar disfrutamos de uno de esos "momenticos" únicos que te regalan estos viajes. Nos compramos un bocadillo, un botellin de agua y nos tumbamos en el césped de un prado a escasos metros del río. Aprovechamos para hablar y arreglar el mundo mientras nos relajamos, reímos, hablamos del fututo y vemos como poco a poco la luz del día se va apagando. Gracias por estos momentos Ro.


De nuevo toque de queda a las 22:00 horas, aunque los hospitaleros tienen preparada cena y aprovecho para transgredir la hora de irme a la cama finalizando el blog.

Buenas noches.

Kilómetros de hoy 64,95. Totales hasta hoy 184.

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26 de agosto de 2014

Etapa 2. Después de la tormenta, viene la calma.

Lo primero de todo aclarar que estoy escribiendo el Blog desde el teléfono móvil y es bastante complicado controlar todos los aspectos de las publicaciones: tipo y tamaño de letra, alineación, posición de las imágenes, pies de foto, acentuaciones, etc... En cuanto pueda conectarme desde un ordernador entraré para corregir todos los fallos que detecte. Y dicho esto, comenzamos.

Pedaleando un tramo por carretera
Inauguramos la segunda etapa con la incertidumbre de saber como responderán las piernas. Veremos si los calambres se repiten, si era algo muscular, si eran agujetas anticipadas o que se yo. El caso que en previsión de estar un poco tocado planeamos la etapa avanzando por carretera, que siempre es algo más suave.
Comenzamos a pedalear y las sensaciones son buenas, ni rastro del agarrotamiento de ayer. Hoy llevamos planificada la comida, los descansos y sobre todo una correcta hidratación con suplemento de magnesio y otras sales. Y parece que da resultado. Piernas perfectas, y poco a poco y pedalada a pedalada los kilómetros van cayendo hasta que hacemos una primera parada en la curiosa iglesia octogonal de Santa María de Eunate. Un sitio tranquilo y apartado que invita a la relajación. Rápidamente nuestro momento de paz y relax en dicho monumento se ve empañado por un autobús de turistas que frenéticamente ocupan hasta el último arco y espacio de la construcción.


Avanzamos hasta llegar a Puente La Reina donde aprovechamos para sellar la credencial y almorzar. Seguimos comprobando como todo tipo de comercios, tiendas y establecimientos que han ido floreciendo a la sombra del Camino hacen su particular agosto. Para cualquier cosa que se necesite comprar es preferible alejarse unas calles del trazado principal y los precios se tornan más razonables. 

Santa María de Eunate
La etapa de hoy tiene algunos repechos importantes como la subida a Mañeru, Lorca, Ayegui o Villamayor de Monjardín. En esos casos programamos una modesta velocidad de crucero y más lentamente de lo que nos gustaría vamos acercando nuestro destino. 

Comemos en Estella y aprovechamos para recordar viejos tiempos trabajando por la zona y para echar un café con Sergio, un compañero de trabajo. 


Por camino
Enfilamos los últimos kilómetros del día y para antes de las seis de la tarde estamos ya en el albergue de Los Arcos. Nada mas salir de Villamayor de Monjardín, nos encontramos a un lugareño por el camino de tierra con ganas de hablar y saludarnos. Nos paramos y nos informa que tenemos una fuente de agua justo unos metros delante y que ya los 9 kms que nos restan son todo bajada. Le hacemos aprecio y bebemos agua. Una cosa que volvemos a comprobar es que aqui la gente tiene un concepto de todo cuesta abajo bastante extraño. Es como cuando oyes a los políticos que ya estamos saliendo de la crisis, tienden a ser mucho más optimistas que quien realmente está sufriemiendo el momento. Pues eso, que aún nos encontramos con alguna cuesta considerable, aunque es cierto que el camino se hace llevadero.

Este año no tenemos paella, jeje. Me explicaré. El año pasado llegamos a este mismo albergue el día de Sanitago, 25 de julio, y la asociación de amigos del Camino de Santiago preparó una paella popular para todos los peregrinos. Se echa de menos el ambiente que hubo aquel año.

Punto tecnológico
En los albergues no solo reponen fuerzas lo peregrinos sino que los dispositivos móviles que acompañan el viaje aprovechan para ser recargados. Difícil encontrar un enchufe libre. Un gran adelanto es sin duda las baterías externas. ¡Buen descubrimiento!
Estudiamos la etapa de mañana y aunque en principio son menos kilómetros que hoy el perfil altimétrico se nos antoja un pelín complicado. Veremos como se da.

Toque de queda.

Kilometros de hoy: 70,68. Totales hasta hoy 119.
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25 de agosto de 2014

Etapa 1. Maite se merece un titular.

Albergue de Roncesvalles
05:45 horas. Nos despierta, para el que aún estuviese durmiendo, una suave música mezcla de canto gregoriano y música de cámara. Poco a poco, los ruidos de bolsas y el desfilar de gente al baño covierten el "albergue" en un bullicio contínuo. Por el momento intentamos seguir durmiendo pero a las 06:00 en punto encienden las lámparas justo encima de mi cama cual flexo interrogatorio. Allí ya no hay quien pare. Despúes de observar como la gente se va preprarando para emprender el camino, desvelamos también el misterio de que hace Papa Noël en verano.



Nos preparamos, recogemos nuestras bicis y comenzamos a equiparlas. Llegamos a la conclusión de que aquellos que hacen el Caminio en menos días que nosotros no es porque estén mejor preparados físicamente sino porque tienen menos paciencia para montar todos los aperos. Cierto es que cuesta un rato hasta que tenemos todo listo.

Obstáculos en el camino
Empezamos a pedelear. Mañana fresca. Emoción por comenzar. Carrera de obstáculos permanente. El realizar el Camino por camino, valga la redundancia, te obsequia con unos paisajes únicos, pero trae por contra el tener que andar sorteando y esquivando a todos lo "pie-regrinos" que ya van por delante.

Vamos devorando kilómetros, la mayor parte montados, pero también se hace necesario echar el pie a tierra en algunas ocasiones. Aunque el camino es transitable en bici, se percibe claramente que su infraestructura no está encaminada a este colectivo. 


Tenemos la primera asistencia técnica del viaje antes de llegar a Zubiri. Primer pinchazo. Rueda trasera. Rocío en llanta. Desplegamos todo el kit mecánico y los dos, profanos en la materia, nos ponemos manos a la obra. El cambio perfecto. El tema de hinchar la rueda lo llevamos un poco peor, pero finalmente conseguimos hacernos con el mecanismo que cierra la bomba sobre la válvula. Minipunto para Rocío.


Calambres de la muerte. Antes de llegar a Pamplona tenemos un imprevisto, en concreto yo. Unos calambres en los cuádriceps me hacen echar pie a tierra y por unos (agónicos) minutos no me puedo mover.  "Anda hasta allí (una sombra un poco más arriba) y paramos" me dice Ro. ¡Mas quisiera!! Ni un paso. Ni agacharme ni ponerme de pie. Allí clavado me quedo hasta que poco a poco los calambres van pasando.

Primer pinchazo del Camino
Reanudamos camino con mis calambres acechando y paramos a comer en un curioso restaurante regentado por una aún más curiosa dueña-cocinera-camarera-show-woman. Con todos ustedes: Maite. Ella dice que trabaja en el bar, pero nosotros estamos convencidos que es una policía encubierta de la Interpol. De la división de interrogatorios concrertamente. Y de las buenas. Además a lo Colombo, con cigarro y todo. No ha dejado pregunta sin hacer y aún así parecía no estar satisfecha, pues seguía y seguía interrogando con avidez. Hora y media de interrogatorio mientras comemos y ella fuma. El resto del bar vacío (empezamos a entender porqué).

Finalizamos y continuamos hasta llegar al albergue de Cizur Menor todavía con los calambres en ciernes. Comienza el ritual que se repetirá a lo largo de las etapas: instalarse, ducha, lavar ropa, tender y ropa limpia. Es increíble cuanto se agradece una ducha y el cambio de ropa al final del día.
Tenemos un regalo en forma de..... ¡Lorena! Nunca podremos agradecerte la inyección de energía y tu habilidad con las manos. Una hora de masaje de piernas a ambos. Sin duda no podía haber llegado en mejor momento. Nos coloca unos vendajes funcionales para continuar mañana sin problemas. La pena, que no nos coge en la mochila y no podemos llevarla con nosotros. ¡Muack!


Nuestros vendajes

Volvemos al albergue antes del toque de queda (22:00 horas), cenamos algo rápido y pronto a la cama que mañana viene día duro y hay que ver como responden las piernas. No puedo finalizar sin comentar como sigue pareciéndome increíble como hay gente que es capaz de pensar que esta sola aunque esté rodeada de gente, me explico: entramos a nuestra habitación (con 6 literas + 2 camas) y mucha gente ya durmiendo. Luz apagada. Los que nos estamos preparando las cosas intentando no hacer ruido y con los frontales puestos, y entonces llega ella, entra ruidosamente (viene riéndose y de lavarse los dientes), enciende la luz de la habitación y revuelve todas sus bolsas hasta la saciedad. Se tumba en la cama..... Y el que venga detrás que arree.....en fin. ¿Educación?

Kilometros de hoy 49. Totales hasta hoy, pues 49, que es el primer día.
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24 de agosto de 2014

Comienza una nueva aventura, esta vez en bici... Historia de un reto.

-. ¿Sueles andar en bici? 
-. No mucho, ¿tu? 
-. Bueno, antes sí, pero desde que me la robaron hace unos años, la verdad es que nada. El caso es que me encantaría hacer el camino de Santiago en bici, ¿lo hacemos?
-. ¡Venga, va!

Flecha del Camino
Y casi un año después aquí estamos en Roncesvalles dispuestos a convertir en realidad tan irreflexiva conversación. 
Tras un tiempo de inactividad bloguera (que no viajera), retomo estas crónicas para dejar constancia de nuestros andurriales por el norte de España, desde Roncesvalles hasta Santiago (esperando que todo vaya según lo previsto). 

El haber realizado el Camino a pie hace tres años aporta un poco de experiencia, por lo menos desde el punto de vista logístico. La lista de cosas a llevar es muy similar, salvando aquellas específicas para el medio de locomoción elegido: la bicicleta. Nuestra relación con ella va a ser intensa y estrecha por unos días. Y hemos hecho el firme propósito de llevarnos bien. Ya os contaré.

Todo preparado
Lista en mano, todos los útiles empiezan a materializarse encima de la mesa. Una vez tachado el último ítem, empieza la verdadera aventura: introducir y organizar todo en las alforjas. Es curioso que siempre que he repetido este ritual me aborda la misma doble pregunta: ¿pero todo esto tengo que llevar?, y por otro lado ¿sólo necesito esto para los próximos 15 días? Y la verdad es que una de las cosas que aportan los viajes es darte cuenta que necesitas lo mismo para 5 días que para un mes.Poco a poco y con la ya depurada técnica de envasar "al vacío" la ropa en las bolsas de congelados del Ikea (¿se puede hacer propaganda por aquí? A ver si se estiran y en el próximo viaje me regalan una bicicleta Üpplova y unas alforjas Grônhalm, que no las he visto en catálogo pero fijo que tienen) todo comienza a quedar ordenado. Después del control de pesaje, 8,5 kg, y de la redistribución de la carga, cosas del equilibrio, las colocamos en su sitio y damos unas vueltas por el garaje con la agradable sorpresa de que su presencia pasa desapercibida en el pedaleo, veremos si seguimos manteniendo la opinión dentro de 790 kms...Seguramente este Camino será distinto al que ya realicé y distinto al que pueda realizar más adelante, pero no puedo empezarlo sin recordar a Javi (Drae), Jorgelina (Angelina Jolie) y Joana, con quienes compartí tantos y tan buenos momentos.  Seguro que si lo leéis pensáis ¿y "la Mapi"? si... de ella también me acuerdo. 
Esta vez, mi compañera de viaje, y la responsable de que esté hoy aquí, es Ro y estoy seguro de que la experiencia va a estar a la altura.
Si hay alguien que esta presente también en el camino, aunque siempre de manera fugaz en la fase de aproximación, ese es Ru, que tanto en la vez anterior como en esta nos ha acercado hasta el punto de partida. En esta ocasión no lo ha hecho sólo y es más, sin Roto y "la garzoneta" (no, no es la nueva canción del verano), no hubiera sido posible. El tener que venir hasta aquí con las bicicletas y el equipaje no era tarea fácil, así que muchas gracias a los dos por contribuir en esta aventura. Seréis "barbacoa y lambruscamente" recompensados.
Alforjas cargadas y montadas
Una vez en Roncesvalles confirmamos nuestro temor: "¡Ro, esto esta petado!". El albergue principal, con sus 300 plazas, esta completo. Nos alojan en un edificio anexo que ya fuera utilizado como albergue mientras se rehabilitaba el nuevo. Aquí estaremos otras 60-70 personas, con lo cual mañana daremos comienzo cerca de 400 peregrinos...

La estancia es una única habitación con unas 120-150 literas... Nos disponemos a ocupar nuestro privilegiado asiento para el concierto en Ronquido Mayor que nos espera. La verdad es que la emoción y la ilusión del viaje nos invaden y no hay nada que pueda empañar el viaje. 

¡A dormir quien pueda!
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