Albergue de Roncesvalles |
05:45 horas. Nos despierta, para el que aún estuviese durmiendo, una suave música mezcla de canto gregoriano y música de cámara. Poco a poco, los ruidos de bolsas y el desfilar de gente al baño covierten el "albergue" en un bullicio contínuo. Por el momento intentamos seguir durmiendo pero a las 06:00 en punto encienden las lámparas justo encima de mi cama cual flexo interrogatorio. Allí ya no hay quien pare. Despúes de observar como la gente se va preprarando para emprender el camino, desvelamos también el misterio de que hace Papa Noël en verano.
Nos preparamos, recogemos nuestras bicis y comenzamos a equiparlas. Llegamos a la conclusión de que aquellos que hacen el Caminio en menos días que nosotros no es porque estén mejor preparados físicamente sino porque tienen menos paciencia para montar todos los aperos. Cierto es que cuesta un rato hasta que tenemos todo listo.
Obstáculos en el camino |
Vamos devorando kilómetros, la mayor parte montados, pero también se hace necesario echar el pie a tierra en algunas ocasiones. Aunque el camino es transitable en bici, se percibe claramente que su infraestructura no está encaminada a este colectivo.
Tenemos la primera asistencia técnica del viaje antes de llegar a Zubiri. Primer pinchazo. Rueda trasera. Rocío en llanta. Desplegamos todo el kit mecánico y los dos, profanos en la materia, nos ponemos manos a la obra. El cambio perfecto. El tema de hinchar la rueda lo llevamos un poco peor, pero finalmente conseguimos hacernos con el mecanismo que cierra la bomba sobre la válvula. Minipunto para Rocío.
Calambres de la muerte. Antes de llegar a Pamplona tenemos un imprevisto, en concreto yo. Unos calambres en los cuádriceps me hacen echar pie a tierra y por unos (agónicos) minutos no me puedo mover. "Anda hasta allí (una sombra un poco más arriba) y paramos" me dice Ro. ¡Mas quisiera!! Ni un paso. Ni agacharme ni ponerme de pie. Allí clavado me quedo hasta que poco a poco los calambres van pasando.
Primer pinchazo del Camino |
Finalizamos y continuamos hasta llegar al albergue de Cizur Menor todavía con los calambres en ciernes. Comienza el ritual que se repetirá a lo largo de las etapas: instalarse, ducha, lavar ropa, tender y ropa limpia. Es increíble cuanto se agradece una ducha y el cambio de ropa al final del día.
Tenemos un regalo en forma de..... ¡Lorena! Nunca podremos agradecerte la inyección de energía y tu habilidad con las manos. Una hora de masaje de piernas a ambos. Sin duda no podía haber llegado en mejor momento. Nos coloca unos vendajes funcionales para continuar mañana sin problemas. La pena, que no nos coge en la mochila y no podemos llevarla con nosotros. ¡Muack!
Volvemos al albergue antes del toque de queda (22:00 horas), cenamos algo rápido y pronto a la cama que mañana viene día duro y hay que ver como responden las piernas. No puedo finalizar sin comentar como sigue pareciéndome increíble como hay gente que es capaz de pensar que esta sola aunque esté rodeada de gente, me explico: entramos a nuestra habitación (con 6 literas + 2 camas) y mucha gente ya durmiendo. Luz apagada. Los que nos estamos preparando las cosas intentando no hacer ruido y con los frontales puestos, y entonces llega ella, entra ruidosamente (viene riéndose y de lavarse los dientes), enciende la luz de la habitación y revuelve todas sus bolsas hasta la saciedad. Se tumba en la cama..... Y el que venga detrás que arree.....en fin. ¿Educación?
Kilometros de hoy 49. Totales hasta hoy, pues 49, que es el primer día.
Amiguito!!!! Os sigo!
ResponderEliminarCd hablamos ayer no parecías haber tenido un dia tan ajetreado! Buen viaje peregrinos!!!!!.