21 de febrero de 2010

Visby y de como ingresamos en prisión

Seguimos en la isla de Gotland. Concretamente en la ciudad de Visby. La más grande de la isla.

El viernes llegamos en el ferry hasta el muelle de Visby, después de tres horas de viaje a lo "vacaciones en el mar" y paseando por las cubiertas a lo Leonardo DiCaprio Y Kate Winslet en Titanic. Eso sí, hacía bastante mas frío y Xabi llevaba un traje bastante menos ajustado. A nuestra llegada, fuimos en taxi hasta el albergue que teníamos reservado a unos 5 kms de la ciudad, en pleno bosque. El sitio impresionante. Y la companía.....ah! que no había!!!! Estábamos completamente solos. Todo a nuestra disposición.

El sábado hicimos las gestiones oportunas para cambiarnos de albergue, a uno más céntrico y más barato. Máxima pretensión de cualquier viajero. Tras acercarnos a la biblioteca del pueblo, conseguimos que la dependienta de la cafetería llamara por teléfono y nos hiciera la reserva. Eso sí, después del correspondioente té y Sweedish Pie (algo así como un híbrido entre una pizza y un pastel-tarta de manzana).
El albergue en el que ahora nos encontramos es una antigua prisión de 1859 que ha sido reconvertida en Hostel. Con lo cual aqui nos encontramos alojados en una celda, cocinando en las mazmorras y duchandonos en las letrinas... No se si muy sueco, pero si muy original. Según cuenta mi experimentado companero de viaje, no es la primera vez que hacen esto con una prisón. Sigue dándome sabias lecciones sobre las cosas sorprendentes e inexplicables de la vida... por que si comes dos naranjas, la segunda siempre sabe peor que la primera? por qué la nieve de aquí no moja? por qué se para el aire por la noche?. Es como viajar con la Espasa a cuestas. Afortunado yo.
A la tarde hicimos nuestra primera incursión en un supermecado sueco para aprovisionarnos para los dos proximos días. Frosties para el desyuno. Imprescindibles. Y un poco de proteína en forma de carne guisada y salmón sueco.
Después de una copiosa comida-merienda-cena dimos una vuelta nocturna por el pueblo. Trasladado desde la edad media hasta nuestros días. Pequenas edificaciones de nos más de dos plantas de altura, un largo muro circular de 3´5 kms de longitud que fortifica el pueblo y restos y ruinas de 10 iglesias en su interior lo dotan de un aire casi mágico, medieval e histórico. Uno de esos sitios en los que tienes la sensación de ser un privilegiado por poder disfrutarlo. Caminando llegamos hasta el centro del pueblo donde hicimos parada en dos tipicos pubs, a cual más ambientado, sobre todo el primero (knuna), y pudimos saborear las típicas cervezas de Gotland, que cuenta con mas de 6 variedades diferentes.

Hoy, nos encontramos de nuevo en la biblioteca, dispuestos a emprender una buena marcha por la costa, dirección norte y aprovechar la oportunidad de caminar con el mar a nuestra izquierda y la nieve a nuestro pies.

1 comentario:

  1. a mi la segunda narnaja siempre me sabe igual.... jajajajaj... y eso de q el viento se para x la noche... anda traetelo x tudela q va a coner el Cierzo jejeje :D

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