3 de noviembre de 2017

Aire de Tango



Argentina. En esta ocasión este es nuestro destino elegido. Nos enrolamos en esta nueva aventura que nos llevará durante 5 semanas a recorrer el sur del continente americano. Como siempre en estos viajes largos, llevamos un esquema de nuestro viaje, que con toda seguridad se irá modificando una vez estemos sobre el terreno. Permitir que el viaje se vaya dibujando según va avanzando siempre proporciona la opción amoldarse a todas esas sorpresas y sugerencias que sin duda, van a ir surgiendo.


Lo más sorprendente, de entrada, es que los cinco nos hayamos puesto de acuerdo en fechas para coincidir en esta “pequeña” escapada. Lo bueno de viajar en esta fechas es que no suele haber problema a la hora de agrupar las vacaciones y los vuelos tienden a estar algo más baratos que en temporada estival.




Llegamos a Madrid por separado. Nacho y Alejandro, integrantes del comando Tudelano, nos esperan en Atocha, a donde llegamos Aitor, Ro y yo en tren desde Pamplona. Una vez constituido el equipo, emprendemos juntos ruta hacía el aeropuerto de Barajas donde nos aguardan más de 16 horas de viaje. Vuelo con escala en Londres, ciudad en la que comprobamos que la Navidad ya ha llegado. Un gigantesco árbol artificial, adornado con luces centelleantes, nos recibe a la entrada de la terminal. Desde allí embarcamos para realizar vuelo nocturno en el cual cruzaremos el “charco”, llegando a Buenos Aires a primera hora de la mañana, hora local. Recordar a todos los que vayáis a leernos a lo largo de estos días, que aquí tenemos 4 horas menos que en España.


Nuestro paso por Buenos Aires a la llegada va a ser meramente testimonial, ya que sólo lo utilizamos como punto de partida. La ciudad la visitaremos a la vuelta, donde estaremos unos días antes de coger el vuelo para emprender el regreso. El esquema de viaje es recorrer el país de Norte a Sur y una vez lleguemos a Ushuaia, volar de regreso a Buenos Aires donde finalizaremos antes de volver a casa.




A pesar de que solo vamos a estar en Buenos Aires un día, aprovechamos para conocer una parte de la ciudad. Desde nuestro hostel, localizado muy céntrico, recorremos la Avenida de Mayo hasta llegar a la casa Rosada, sede y residencia del Presidente de Argentina. Frente a la fachada trasera se abre la Plaza de Mayo donde se ubica el antiguo Cabildo de la época colonial y la Catedral metropolitana. En el centro de la plaza se levanta un obelisco homenaje a la independencia Argentina y junto a él siguen reuniéndose todos los jueves las Madres de Plaza de Mayo, las madres de todos aquellos que desaparecieron durante la dictadura militar. Rodeamos el edificio presidencial, cuyos jardines se encuentran en obras, para irnos hacia la zona, más nueva y moderna de la ciudad: Puerto Madero. Antiguamente fue una dársena portuaria, reconvertida hoy en uno de los barrios mas caros de todo Buenos Aires. Los antiguos almacenes de ladrillo rojo han sido restaurados y transformados en bonitos pubs y restaurantes y lujosos lofts con terrazas y vistas a los diques. Estos almacenes de arquitectura antigua son el contrapunto de los rascacielos de cristal que se levantan en esta zona.

Uno de los diques se cruza a través de un puente de uno de nuestros arquitectos más polémicos e internacionales: Santiago Calatrava. Conocido como el puente de la mujer, exteriormente tiene forma de arpa o de anzuelo afilado, aunque el creador lo concibió como una pareja bailando un tango, en homenaje a tan famoso baile nacional. Presenta como curiosidad que puede girarse 90º para permitir el paso de las embarcaciones. Y hemos de decir, que en éste se puede caminar sin miedo a resbalarse, ya que el piso es de madera. 




En uno de sus bares a pie de paseo, tomamos unas cervezas locales como celebración de la reciente boda de Nacho. Sirva esta entrada del blog para desearos mucha suerte en esta nueva etapa. ¡ENHORABUENA! Ahora solo le resta hacerse unos videos con la vaca de Grú. Pero esto ya os lo explicaré mas adelante, que vamos a tener tiempo.


Detrás de Puerto Madero recorremos un paseo que bordea la reserva ecológica de Costanera Sur, unos humedales reserva de más de 300 especies de pájaros y otros animales. Al lugar donde nos encontramos se acercan numerosos patos atraídos por los trozos de pan arrojados por los paseantes que se acercan hasta allí para saborear los auténticos “Choripanes”. Puestos itinerantes se suceden cada pocos metros, con improvisadas terrazas y mostradores al púbico a bordo de vehículos que hace tiempo que parecen haber perdido su condición.




Poco a poco regresamos caminando por las calles del centro. Encontramos un espectáculo callejero de tango, alrededor del cual se arremolinan varias decenas de turistas para contemplar el baile y fotografiarse con los bailarines.

Llegamos hasta la avenida principal del 9 de Julio y cruzamos por la Plaza de la República, donde se erige un gran obelisco. 

Cenamos en una famosa pizzeria frecuentada por famosos: “Guerrin”. Dos pizzas grandes se apoderan de nuestro apetito no pudiendo dar cuenta de todas sus porciones. 

A pesar de ser noche de Halloween, regresamos cansados al hostel como para que haya más celebración.




Iniciamos el nuevo día temprano, con una excesiva tranquilidad que nos lleva a tener unos momentos de apurada tensión para alcanzar a tiempo el aeropuerto nacional Jorge Newbery, desde el cual tomaremos un vuelo para llegar a Iguazú, primera etapa de este viaje. Pero ese lugar y sus maravillosas cataratas merecen ser objeto de una nueva entrada. Hasta entonces.  





3 comentarios:

  1. Esperando con ganas tus relatos....disfrutar...

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  2. No tenéis mala cara. Disfrutar todo lo que podáis. Recuerdos para Alex

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  3. Me encanta!!!! Estoy impaciente de la siguiente entrega �� Me hace recordar mis andanzas por aquellas tierras ��
    Os espero en Holanda ��

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