20 de mayo de 2015

Avistamiento fallido.

Continuamos en movimiento. Plan previsto para hoy: llegar a Dalvík. Se suceden paisajes espectaculares. Alternancia de carreteras estrechas, con otras más estrechas todavía. A pesar de movernos por carreteras principales, su estado y características están muy lejos de lo que conocemos como tal. El firme es extremadamente rugoso (imaginamos que para aumentar la adherencia al suelo), sin arcén, sin marcas viales laterales y como mucho alguna marca vial central cuya pintura no parece reciente. Los agujeros (que son como las meigas, "haberlos hailos") en vez de estar parcheados, están señalizados en el suelo con unas marcas de spray (suerte si consigues ver las marcas antes de comerte el agujero). Lo mejor que tienen aquí las carreteras es la ausencia de tráfico, lo que hace que a pesar de ser muy estrechas, la conducción sea relativamente cómoda.
Todas las carreteras van el alto, con desniveles a ambos lados, así que hay que estar muy pendiente de no sacar la rueda del asfalto para evitar acabar con las ruedas para arriba. Apenas se ven quitamiedos ni ningún tipo de protección lateral.
Otra de las cosas curiosas de las carreteras es que algunas están asfaltadas y otras son de grava. Las de grava en invierno están cerradas y sólo son transitables una vez que se ha derretido la nieve y se hayan secado, ya que si no se estropean.

En carretera.
Y después de este monográfico sobre las carreteras Islandesas continuamos camino hacia Dalvík. La carretera discurre perfilando todo el bloque de tierra que queda entre dos fiordos: Skagafjördur y Eyjafjördur, éste último es el fiordo más largo de Islandia. Continuamos viendo desfiladeros imposibles y escarpados acantilados. En este tramo atravesamos los únicos túneles que nos hemos encontrado hasta el momento en Islandia. Dos de ellos son extremadamente estrechos, en los que a pesar de ser muy largos y con doble sentido de circulación solo permiten el paso de un vehículo a la vez. No existe ningún sistema de señalización que de paso alternativo, sino que dentro del túnel hay unos espacios laterales en los que en caso de encontrarte con otro vehículo de frente, uno de los dos tiene que meterse para permitir el paso del contrario (o por lo menos ese nos ha parecido que es el funcionamiento básico).

Nuestros planes en Dalvík se ven alterados. La idea era coger un barco para pasar hasta la isla de Grímsey. Esta isla es el territorio más al norte de todo Islandia, y una pequeña parte de ella queda por encima del círculo polar Ártico. Lamentablemente el barco hasta esa isla no es diario hasta el 1 de julio que empieza la temporada alta y no tenemos posibilidad de ir, ya que el siguiente barco nos obligaría a perder dos días. En vista de que no es posible continuamos camino hasta Akureyri, la segunda población más grande de todo Islandia.


Nuestras caravanas.
Al ser una población grande aprovechamos para conectarnos a internet, vaciar las aguas residuales de la autocaravana y rellenar los depósitos de agua. Como aún no han abierto el camping aparcamos en la zona de parking cerca del puerto pesquero, muy próximos a un pequeño parque y con unas vistas espectaculares del puerto y del fiordo. Akureyri está localizada justo al final del fiordo que antes nombrábamos como el más largo de Islandia: Eyjafjördur. Aprovechamos también para ir a nuestro supermercado Islandés preferido: BONUS" (el de precios más asequibles). Hacemos acopio de víveres para los próximos 4 o 5 días. Y la verdad es que ir a comprar a un supermercado de un país es una de las mejores maneras de conocer un país: productos típicos, como está la economía, cuanto valen los mismos alimentos que compramos nosotros en España, que es lo que come la gente... etc.

La mañana siguiente la vamos a emplear en ir al gimnasio y al SPA con vistas al fiordo que tenemos enfrente del aparcamiento en el que hemos pasado la noche y en realizar compras y recados. A las 13:30 horas hemos contratado una excursión en barco por el fiordo para ver ballenas. Según nos venden se avistan ballenas en un 95% de los viajes, y tenemos que decir que acabamos de pasar a engrosar parte de ese 5% que no las ha visto. Tan sólo se han visto los lomos de dos ballenas de pequeño tamaño, con lo que retornamos un poco decepcionados con la experiencia. A pesar de lo infructuoso del avistamiento, la vuelta en barco por el fiordo con un día despejado y soleado como el que hemos tenido ha merecido la pena. Hemos podido estar también en la cabina de tripulación del barco y hemos podido conversar con el capitán, ver los instrumentos de navegación y hasta algunos sentarse en el sillón de mando.


A bordo del barco en el fiordo de Eyjafjördur.
A la tarde recogemos y abandonamos Akureyri para dirigirnos a la zona del lago Myvatn, una de las que aglutina una mayor cantidad de lugares y zonas para visitar. Todos de índole natural y fruto de la intensa actividad geológica de la isla. El primero de los espectáculos naturales con los que nos recibe esta zona es Godafoss, sin duda una de las cascadas mas hermosas de Islandia.


Cascada de Godafoss.
El lago Myvatn es uno de los más grandes de Islandia, con 37 km2 de superficie y sólo entre 1 y 4 metros de profundidad. Es famoso por su fauna aviar, por su belleza paisajística y por estar rodeado de pequeños cráteres, algunos de los cuales hemos visitado y bordeado en pequeñas excursiones. Toda la zona tiene una intensa actividad geológica. Según hemos leído existe una gran cámara de magma incandescente que está situada directamente debajo de la región y que en algunos lugares esta a tan sólo 3 km de profundidad. Visitamos los antiguos volcanes de Krafla y Hverfjall. En Dimmuborgir caminamos entre las formaciones de lava solidificada en caprichosas formas y cuevas naturales. Desde Höfdi hemos contemplado las mejores vistas del interior del lago y hemos sufrido el acompañamiento de los temibles "mosquitillos" que habíamos leído en todas las guías. Una mezcla entre moscas pequeñas y hormigas voladoras, tremendamente molestas por estar revoloteando constantemente en la cara, el cuerpo, la ropa y demás.

Una de las cosas mas llamativas que contemplamos son las fumarolas de Hverir: chimeneas abiertas al exterior de las que sale vapor de agua que se ha producido cuando agua fría ha entrado en contacto con el magma interno de la tierra, produciendo su inmediata evaporación. El vapor sale al exterior con fuerza, a muy alta temperatura y un desagradable olor a huevos podridos. Toda esta energía de la naturaleza ha sido aprovechada por los Islandeses para producir electricidad en una estación geotérmica que recoge ese vapor agua.


Fumarola de Hverir.
Dormimos en un camping en el pueblo de Reykjahlid, ya que al ser parque natural el parking y la acampada libre están restringidos. Nos vamos a dormir (no porque sea de noche, si no por que estamos muy cansados, ya hablaremos de las horas de luz en otra entrada) espectantes con la visita de mañana: Dettifoss y Sellfos, las que probablemente sean las mejores cataratas que se puedan visitar en Europa. Si queréis comprobar conmigo si realmente es así, os emplazo a que lo comprobéis en la próxima entrada.

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