15 de mayo de 2015

Con la casa a cuestas.

Madrugamos en el alojamiento de Reykjavik. Mañana con división de tareas. Xabi y yo nos vamos a las 07:00 para coger un autobús de vuelta al aeropuerto de Keflavik, donde tenemos que recoger las autocaravanas. El resto del equipo puede dormir un poco más para después ir al "super" y hacer la primera compra de subsistencia para el comienzo de la aventura.

Cascada de Glymur.
Llegamos sin contratiempos y recogemos las autocaravanas con una hora de retraso por problemas con el pago de una de las tarjetas de crédito. Tiempo que amortizamos en interrogar al trabajador de la empresa de alquiler. Un inglés afincado en Islandia desde hace 18 años que nos pone al día sobre los pormenores de un viaje en autocaravana, donde dormir, qué ver, cuando repostar...

Tras un breve período de instrucción en todos los elementos y electrodomésticos necesarios para la vida a bordo emprendemos el camino de regreso a Reykjavik para recoger al resto de la tropa, que nos espera con las provisiones. 

Primera prueba superada: regreso al Guesthouse, sanos y salvos y ¡a la primera! Exprimimos al máximo nuestras dotes de orientación y mapa en mano llegamos al punto de encuentro a la hora prevista. 

Emocionados con nuestras viviendas para los próximos 15 días, comemos, distribuimos maletas, ropa y compra. Las autocaravanas impresionantes. Incluso nos han dado una un modelo más nuevo de lo que habíamos contratado. Ambas las alquilan como para seis personas, aunque realmente son para cuatro (las dos plazas extras salen de realizar un curso intensivo de bricolaje para montar la cama auxiliar).

Nos  ponemos en marcha y tomamos la carretera 1, también llamada "ring road", por describir un anillo completo alrededor de toda la isla. Será la principal carretera que utilizaremos para realizar nuestra aventura. La carretera empieza en Reykjavik, para terminar en el mismo lugar unos 2000 kms más tarde.

"Pequeñas" pruebas en el camino.
Primer destino: Glymur. Primera de las joyas que vamos a encontrarnos en este viaje. Se trata de un salto de agua natural de 198 metros de altura. “El nombre del salto proviene de una leyenda popular sobre la ballena Cabeza roja, que enloqueció y comenzó a atacar las barcas y hundirlas. Un viejo sacerdote que había perdido a sus dos hijos por culpa de la ballena bajó al fiordo y hundió su bastón en la orilla de mar. Cabeza roja acudió a su encuentro y siguió al sacerdote por el río. Cuando llegó al barranco por donde cae la cascada, el cauce le quedó tan estrecho que la tierra tembló a su paso, y de ahí el nombre a la cascada."

Para llegar hasta la cascada tenemos un trekking de unos 4 kms, con un paso de río y una ascensión hasta un nevero incluidos. Una vez llegamos arriba el espectáculo natural que contemplamos es impresionantes. Una casada que cae desde la parte superior de una estrecha garganta, pulverizando el agua que cae y aglutinándola de nuevo en el fondo para formar un caudaloso río que discurrirá hasta el mar.

Iniciamos el trekking lloviendo, ataviados con la ropa de agua, pero rápidamente el tiempo cambia y sale incluso el sol, que hace que disfrutemos todavía más del espectacular paisaje.

Recompensa al llegar a la cima.
Según iremos viendo los días siguientes, el tiempo en Islandia es tremendamente variable. En apenas unos minutos o kilómetros el clima cambia por completo. Según dicen por aquí "si no te gusta el tiempo que hace, espera 5 minutos".

Reconfortados por la excursión continuamos viaje hasta el comienzo de la etapa de mañana, un pequeño y pintoresco pueblo: Húsafell. Nos dejan aparcar en un área de camping cerrada en este momento.

Primer día de autocaravana finalizado. ¡¡A por los demás!!

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