24 de mayo de 2015

Llegando al sur.

Kilómetro a kilómetro vamos cerrando nuestra vuelta a la Isla. Llegamos a la zona sur.

Hoy madrugamos menos de lo habitual y nos damos el capricho de empezar nuestra jornada aventurera casi a las once de la mañana. Enfilamos los 70 kilómetros que nos separan de Vik, pequeña localidad costera situada en el extremo sur de la isla. Repostamos y realizamos las tareas de manentimiento diario de la autocaravana. Ya una vez listos, nos acercamos hasta el espigón de piedras que protege al pueblo del fuerte oleaje de la zona para divisar una de las caprichosas formaciones rocosas que de cuando en cuando se erigen en las costas Islandesas. 

Curiosas formaciones rocosas



Bordeamos un entrante de mar en la costa para observar la misma formación rocosa, ahora desde otro lado. Nos encontramos en Dyrhólaey, nombre del paraje de acantilados escogido por los frailecillos para descansar. En sus escarpadas rocas acostumbran a posarse miles de frailecillos en la época de mayor densidad de estas aves. Según parece hemos llegado un poco pronto porque no acertamos a ver ninguno. Parece que estamos teniendo la misma suerte con estas pequeñas y coloridas aves como con las ballenas en Dàlvik.

Continuamos camino por la "ring road" y nos desviamos a la derecha para tomar la 221 hacia la lengua del glaciar Sólheimajökull. Tras dejar los vehículos estacionados en el parking y una pequeña aproximación a pie de unos 10 minutos, nos encontramos caminando por encima de la vasta extensión de hielo. No todos los días puede darse uno la satisfacción de caminar por encima de los hielos de un glaciar. 

Glaciar Sólheimajökull



Siguiente parada obligada: cascada de Skógafoss. Quizá sea una de las cascadas más fotografiadas de Islandia. La excepcional localización y su fácil acceso la hacen uno de los intereses turísticos más visitadas. Es imagen promocional de muchos vídeos y portadas de guías de viaje.
Ya desde la zona de parking (sitio muy turistico) se puede divisar la cascada. Tras unos metros de suave camino llegamos a contemplar la cascada con toda su majestuosidad, considerada por muchos como la cascada más bella de Islandia.


Una leyenda cuenta que el colono de estas tierras, Þrasi Þórólfsson, escondió un cofre lleno de oro en una cueva detrás de la cascada, inasequible debido a la compacta cortina de agua que cae continuamente. Cuando el sol ilumina la cascada se dicen que brilla el oro de Þrasi. Muchos han hecho el intento de encontrar el cofre y en una ocasión se consiguió atar una cuerda a un asa, pero al estirar sólo salió el asa, que posteriormente fue usado para la puerta de la iglesia en Skógar, que en la actualidad se conserva en el museo etnológico. 

Cascada de Skógafoss


La tremenda cortina de agua se pulveriza al llegar al suelo, originando unas intensas corrientes de aire y una constante llovizna. Nos fotografiamos a escasos metros de donde la cascada impacta contra el suelo, poniendo aún más de manifiesto sus colosales dimensiones. Hacemos la ascensión hasta la caída de agua a través de unas empinadas escaleras que ponen a prueba la forma física de cualquiera.

Desde ahí continuaremos, bajo recomendación de nuestros recién conocidos amigos catalanes, hasta las aguas termales de Seljavellir, donde una piscina natural, en medio de un circo de montañas coronadas por nieve, proporciona un merecido descanso a los intrépidos aventureros.

Baño en aguas termales


Dormimos en la playa de Landeyjasandur, muy cerca del aparcamiento del ferry que nos acercará mañana a la isla de Heimaey, donde esperamos ver frailecillos.
Llevamos unos días en los que no ha sido posible conectarnos a internet, tanto por los lugares en los que hemos estado como porque en esta zona al ser mas turística econtramos todos los wifis cerrados. Así que estamos completamente desconectados de la jornada electoral que se esta viviendo en España. A ver que nos encontramos a la vuelta.

Espectacular puesta de sol detrás de nuestra autocaravana


A dormir mirando al mar, viendo un largo ocaso y oyendo las olas rompiendo contra la playa. Buenas noches. 

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